PREVENCIÓN DE ACCIDENTE CEREBROVASCULAR

Un Accidente Cerebrovascular es la interrupción del suministro de sangre a cualquier parte del cerebro, lo que produce daño al tejido cerebral.

Causas, incidencia, factores de riesgo y prevención:

El accidente cerebrovascular representa 1 de cada 15 muertes y es la tercera causa principal de muerte en la mayoría de los países desarrollados, y la principal causa de discapacidad en los adultos. El riesgo se duplica con cada década después de los 35 años de edad y se presenta con más frecuencia en hombres que en mujeres.

Si se interrumpe el flujo de sangre en una arteria que irriga el cerebro durante más de unos pocos segundos, las células cerebrales pueden morir, lo que produce daño permanente. La interrupción puede ser provocada por un sangrado o por coágulos de sangre en el cerebro.

Una causa muy común de un accidente cerebrovascular es la arterosclerosis, en la cual se acumulan depósitos de grasa (colesterol) en la pared arterial formando placas. Con el paso del tiempo, estas placas pueden bloquear lentamente el flujo de sangre al cerebro o bien generar trombos que se desprendan y viajen desde las arterias carótidas hasta una arteria intracerebral de menos calibre  causando un infarto cerebral o ACV isquémico

Una segunda causa importante de accidente cerebrovascular es el sangrado en el cerebro (accidente cerebrovascular hemorrágico), que puede ocurrir cuando vasos del cerebro se debilitan y se rompen (incluyendo aneurismas).

Factores de riesgo:

El riesgo de accidente cerebrovascular aumenta en presencia de los siguientes factores de riesgo:

  • Tabaquismo
  • Hipertensión arterial
  • Dislipemias,
  • Enfermedad cardiaca
  • Obesidad y sedentarismo.

Otras condiciones como el aumento de la viscosidad sanguínea, por exceso de glóbulos rojos; pueden contribuir al accidente cerebrovascular. Este último factor se encuentra en la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) típica de los fumadores.

Síntomas:

Los síntomas del ACV dependen del tamaño del área afectada y de la topografía de la lesión cerebral.
En general las manifestaciones típicas de instalación abrupta son:

  • Pérdida de movimiento (parálisis) de la mitad derecha o izquierda  del cuerpo
  • Perdida de fuerza (paresias) de las extremidades,
  • Disminución de la sensibilidad,
  • Entumecimiento, hormigueo u otros cambios de sensibilidad
  • Perdida de  la visión transitoria (amaurosis fugaz)
  • Dificultades en el lenguaje (disartria)
  • Pérdida de la memoria, vértigo
  • Cambios en el estado de conciencia: estupor o coma

En algunos casos, estos síntomas pueden instalarse y desaparecer en pocos minutos o al cabo de algunas horas sin dejar secuelas. Estos cuadros se conocen como “isquemias cerebrales transitorias”. Es fundamental reconocer los accidentes transitorios  ya que muchas veces “anuncian” un ACV permanente. En general gran parte de estos accidentes transitorios están relacionados con enfermedad de las arterias carótidas.

Rehabilitación:

El objetivo de la rehabilitación es disminuir en lo posible las secuelas o consecuencias del accidente cerebrovascular (prevención terciaria); además es importante que ésta patología no se repita (controlar los factores de riesgo ya mencionados cumpliendo además las terapéuticas indicadas por el médico; (prevención secundaria).

En la rehabilitación se incluye la terapia del lenguaje, terapia ocupacional, fisioterapia, mejoramiento de la postura, ejercicios de rango de movimiento y otras terapias para evitar las complicaciones y estimular la recuperación máxima de la funcionalidad. Las personas deben permanecer activas dentro de sus limitaciones físicas.

La meta del tratamiento es prevenir la extensión del accidente cerebrovascular y maximizar la capacidad funcional del paciente. El tiempo de recuperación y la necesidad del tratamiento a largo plazo varían en cada caso.

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